Horticultura sostenible, resiliente y saludable a través del uso de portainjertos y rotaciones de especies de alto valor y nuevos usos de hortícolas infrautilizadas




Uno de los cultivos que reporta mayores ingresos a los agricultores levantinos es el pimiento. Sin embargo, su cultivo se ve amenazado por estreses bióticos como los nematodos del suelo. Además, el manejo intensivo con altas aplicaciones de agroquímicos ya no es aceptable. La utilización de variedades mejoradas aliviaría en cierta medida la situación, conjuntamente con métodos de desinfección del suelo más sostenibles. Una de las prácticas que se pueden utilizar es la biofumigación con especies ricas en glucosinolatos como las brásicas. El uso de estas especies supone una manera de desinfección que además aporta materia orgánica, mejora la calidad del suelo y su retención de agua. Por otra parte, existen múltiples variedades tradicionales que están en desuso o en vías de desaparición por el impacto de variedades comerciales de esterilidad inducida y que no permiten que estas “minas fitoquímicas” de alto valor nutracéutico y funcional se puedan cultivar en una amplia zona de producción. Por esto proponemos mejorar la salud del suelo y reducir los abonos en el cultivo del pimiento a través de sistemas de rotación con brásicas y uso de patrones de pimiento resistentes y dar relevancia a diversos alimentos hortícolas tradicionales y darles nuevos usos atractivos.
Proyecto parte del programa AGROALNEXT y apoyado por el MCIN con fondos NextGeneration de la UE (PRTR-C17.l1) y por la Generalitat Valenciana





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